La juventud es el suplemento vitamínico de la anémica rutina social (Fernando Savater)#MisNotasDomingeras.- El tema de hoy me fue inspirado con la observación de un evento de la comunidad
donde vivo pleno de jóvenes debatiendo sobre su porvenir. He aquí mis breves
reflexiones.
La
participación de los jóvenes generalmente refleja la cultura cívico-política de
un país. Sin embargo, existen diferencias significativas en los niveles de
participación de los jóvenes, en las proporciones de participación de los
jóvenes (en comparación con la población adulta en su conjunto) y en la
popularidad relativa de las diferentes formas de acción política.
De
nuestras vivencias durante décadas,
hemos sabido que las personas afiliadas a un partido político importante tienen
más probabilidades de votar, dar dinero a los candidatos y ofrecerse como
voluntarios para las campañas que aquellas que no tienen afiliación a ningún
partido. De hecho, estar afiliado en un partido político se considera uno
de los predictores más fiables de si una persona votará. Los partidos
políticos motivan el comportamiento político proporcionando información,
movilizando a sus miembros para que actúen y conectando a personas que
comparten intereses e ideologías.
Sin
embargo, el papel de los partidos políticos en el comportamiento político merece
un examen contemporáneo. Sostengo que esta observación puede no verse igual
para las cohortes recientes de jóvenes (que tienen menos probabilidades de
afiliarse a un partido político importante que las cohortes mayores), para diferentes
tipos de comportamientos políticos (acciones políticas electorales versus
acciones políticas no electorales), o durante la historia reciente, dados los
cambios históricos en el compromiso político; las normas de ciudadanía y sus
reclamos.
La
afiliación a un partido político influye en la forma en que los jóvenes
desarrollan una voz política a lo largo de la edad adulta. Los eventos
políticos pueden despertar la voz política de los jóvenes de formas específicas
para cada partido.
La
conclusión más importante es que los jóvenes están despertando en atención a lo
que sucede en el mundo que los rodea y están influenciados por los contextos
sociales, políticos e históricos en los que alcanzan la mayoría de
edad. La probabilidad de que los jóvenes protesten y se manifiesten a lo
largo de la edad adulta puede estar determinada en parte por eventos políticos
y sociales que se destacan cuando son adolescentes.
Dada
la evidencia de que los vínculos partidistas de los jóvenes les ofrecen
conexiones significativas con la acción política entre las edades de 18 y 30
años, es notable en negativo que los partidos políticos parezcan darle una
prioridad tan baja al reclutamiento o la movilización de jóvenes.
En
una época de elecciones locales como las que se aproximan, además, una serie de oportunidades para la
participación no electoral, valdría la pena que los principales partidos
políticos, junto con otras instituciones sociales priorizaran la incorporación
de los jóvenes y capitalizara el momento histórico que captan la atención de
una nueva generación de ciudadanos.
Una
razón para el optimismo con respecto a la participación de los jóvenes es que
los jóvenes continúan involucrándose en la "política" (entendido en
general) a pesar de su relativa falta de entusiasmo por los políticos y los
partidos políticos.
Esto
sugiere que el problema tiene menos que ver con una falta general de compromiso
político y más con la desconexión entre los jóvenes y el sistema político.
Es
allí, donde debemos hacer el trabajo. Presentar la organización política que
mas se acerque a las expectativas de estos jóvenes en formación.
La
mayoría de los partidos no se centran en mejorar la capacidad de sus miembros
jóvenes. Sin un programa integral y / o un plan de estudios adecuado para
desarrollar las habilidades de los jóvenes, los jóvenes no tendrán la capacidad
y la confianza para postularse para un cargo de elección popular.
Esta
brecha en las habilidades ha llevado a la falta de representación de los
jóvenes. La tutoría es una forma fundamental de ayudar a construir una
generación de legisladores dedicados y orientados a la acción capaz de
desarrollar políticas bien articuladas.
Personalmente,
me han inspirado otros movimientos a nivel mundial. Sigo muy de cerca el de Argentina, a JÓVENES REPUBLICANOS. Un grupo de jóvenes que luchan por su República, defendiendo los valores de
la vida, la propiedad privada y la libertad.
Concluyo
pensando en un
partido del sentido común, el que pone voz. Que sea la “opinión nacional” a lo que piensan
millones de venezolanos en sus casas y que luche contra la alteración política
asfixiante. Un partido político
para la juventud por la juventud. Este es mi racional para la tarea.
Y
recuerda… Ciudadano en Acción. ¡Juntos es Mejor!
#MisNotasDomingeras.- El tema de hoy me fue inspirado con la observación de un evento de la comunidad
donde vivo pleno de jóvenes debatiendo sobre su porvenir. He aquí mis breves
reflexiones.
La
participación de los jóvenes generalmente refleja la cultura cívico-política de
un país. Sin embargo, existen diferencias significativas en los niveles de
participación de los jóvenes, en las proporciones de participación de los
jóvenes (en comparación con la población adulta en su conjunto) y en la
popularidad relativa de las diferentes formas de acción política.
De nuestras vivencias durante décadas, hemos sabido que las personas afiliadas a un partido político importante tienen más probabilidades de votar, dar dinero a los candidatos y ofrecerse como voluntarios para las campañas que aquellas que no tienen afiliación a ningún partido. De hecho, estar afiliado en un partido político se considera uno de los predictores más fiables de si una persona votará. Los partidos políticos motivan el comportamiento político proporcionando información, movilizando a sus miembros para que actúen y conectando a personas que comparten intereses e ideologías.
Sin
embargo, el papel de los partidos políticos en el comportamiento político merece
un examen contemporáneo. Sostengo que esta observación puede no verse igual
para las cohortes recientes de jóvenes (que tienen menos probabilidades de
afiliarse a un partido político importante que las cohortes mayores), para diferentes
tipos de comportamientos políticos (acciones políticas electorales versus
acciones políticas no electorales), o durante la historia reciente, dados los
cambios históricos en el compromiso político; las normas de ciudadanía y sus
reclamos.
La afiliación a un partido político influye en la forma en que los jóvenes desarrollan una voz política a lo largo de la edad adulta. Los eventos políticos pueden despertar la voz política de los jóvenes de formas específicas para cada partido.
La conclusión más importante es que los jóvenes están despertando en atención a lo que sucede en el mundo que los rodea y están influenciados por los contextos sociales, políticos e históricos en los que alcanzan la mayoría de edad. La probabilidad de que los jóvenes protesten y se manifiesten a lo largo de la edad adulta puede estar determinada en parte por eventos políticos y sociales que se destacan cuando son adolescentes.
Dada
la evidencia de que los vínculos partidistas de los jóvenes les ofrecen
conexiones significativas con la acción política entre las edades de 18 y 30
años, es notable en negativo que los partidos políticos parezcan darle una
prioridad tan baja al reclutamiento o la movilización de jóvenes.
En una época de elecciones locales como las que se aproximan, además, una serie de oportunidades para la participación no electoral, valdría la pena que los principales partidos políticos, junto con otras instituciones sociales priorizaran la incorporación de los jóvenes y capitalizara el momento histórico que captan la atención de una nueva generación de ciudadanos.
Una razón para el optimismo con respecto a la participación de los jóvenes es que los jóvenes continúan involucrándose en la "política" (entendido en general) a pesar de su relativa falta de entusiasmo por los políticos y los partidos políticos.
Esto sugiere que el problema tiene menos que ver con una falta general de compromiso político y más con la desconexión entre los jóvenes y el sistema político.
Es allí, donde debemos hacer el trabajo. Presentar la organización política que mas se acerque a las expectativas de estos jóvenes en formación.
La mayoría de los partidos no se centran en mejorar la capacidad de sus miembros jóvenes. Sin un programa integral y / o un plan de estudios adecuado para desarrollar las habilidades de los jóvenes, los jóvenes no tendrán la capacidad y la confianza para postularse para un cargo de elección popular.
Esta brecha en las habilidades ha llevado a la falta de representación de los jóvenes. La tutoría es una forma fundamental de ayudar a construir una generación de legisladores dedicados y orientados a la acción capaz de desarrollar políticas bien articuladas.
Personalmente, me han inspirado otros movimientos a nivel mundial. Sigo muy de cerca el de Argentina, a JÓVENES REPUBLICANOS. Un grupo de jóvenes que luchan por su República, defendiendo los valores de la vida, la propiedad privada y la libertad.
Concluyo pensando en un partido del sentido común, el que pone voz. Que sea la “opinión nacional” a lo que piensan millones de venezolanos en sus casas y que luche contra la alteración política asfixiante. Un partido político para la juventud por la juventud. Este es mi racional para la tarea.
Y
recuerda… Ciudadano en Acción. ¡Juntos es Mejor!
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