domingo, 31 de octubre de 2021

PARA CONSTRUIR UNA CULTURA INCLUSIVA, COMIENCE CON POLÍTICAS INCLUSIVAS @raulamiel

 


#MisNotasDomingueras.- Hoy 31 de octubre se celebra la fiesta conocida como Halloween, una histórica celebración de origen celta y que en la actualidad se celebra en todo el mundo. Además, hoy es el Día Mundial de las Ciudades y el Día Mundial del Ahorro. De la noche de brujas, si hay buen tiempo me estreno de Santa Claus en la Plaza Venezuela en la zona de los food truck.  El día mundial de las ciudades me trae al tema. Bueno para los queremos construir la Republica de la cultura Inclusiva. En propósito de participación ciudadana y de las elecciones del 21N.

Establecer una fuerza ciudadana diversa para el éxito requiere un compromiso con las prácticas de inclusión. 

Esto significa que más organizaciones políticas necesitan crear culturas de encuentro donde diversos adherentes tengan el mismo impacto. 

El problema es que muchos líderes no saben por dónde empezar.  Lógico que si una organización desea una cultura más inclusiva, y los líderes quieren modelar la inclusión, la plaza publica es el lugar para comenzar. Pero, por lo que hemos visto, los políticos a menudo no dan en el blanco. 

El papel del director en una orquesta es administrar el tempo de una actuación. Escuchan críticamente para mantener a los músicos tocando al unísono y controlan activamente la dinámica para evitar que un instrumento domine al resto. Lo mismo debería ocurrir con los líderes en la política: es necesario gestionar la conducta organizativa y darles a todos un espacio para que desempeñen su papel.

En muchos casos en las reuniones sobre todo asamblearias, un individuo alfa domina la conversación. En otros casos, hay una “multitud” o un grupo de aliados que comparten puntos en común. A menudo, la multitud ocupa más espacio en la sala, apoya las mismas ideas y habla de manera desordenada, ahogando los diferentes puntos de vista. Independientemente de los detalles, es nuestro trabajo intervenir cuando personalidades fuertes se sobrepasan, tratando de aupar a los otros y hacer que todas las voces participen activamente en la toma de decisiones.

La mayoría de las organizaciones corporativas, que es lo que debemos emular, ya han apostado por la diversidad en las prácticas de su día a día con la creación e la implementación  de equipos diversos. Lo mismo debe suceder con la inclusión: debemos insistir en que es el estándar en las organizaciones políticas y más allá.

Si es un líder, comience por usted mismo:

Defina explícitamente la inclusividad. Sea claro y transparente sobre cómo se ve en las reuniones de informe político. Modele el comportamiento que espera ver de los demás. Haga que los equipos sean responsables de seguir adelante en todo momento con los propósitos y ejecutorias acordados. Solo entonces las personas se sentirán empoderadas para ofrecer sus mejores ideas y decir la verdad, en lugar de decirte lo que creen que tú quiere escuchar.

En estrecha vinculación con el desempeño que ha tenido al menos durante los últimos 23 años la democracia venezolana, esta padece un déficit de confianza y credibilidad. Numerosos estudios muestran un pronunciado desencanto y distanciamiento de la ciudadanía con respecto a las instituciones políticas y su funcionamiento. El mayor índice lo encontramos en el etario juvenil. Verdaderamente preocupante.

La inclusión política de los jóvenes es una tarea pendiente de gran importancia para el fortalecimiento de la democracia en Venezuela. Sostenemos que la inclusión política juvenil es importante, en principio, para hacer partícipes a los jóvenes de los asuntos públicos en la sociedad en que viven, pero también es necesaria para sostener y profundizar, a lo largo del tiempo y entre distintas generaciones, los valores e instituciones de la democracia. 

A pesar de que representan la mitad de la población los jóvenes (de 18 a 30 años) a menudo se ven marginados de la política y la toma de decisiones convencionales. Luchan por ganarse el respeto de los funcionarios públicos y se les considera carentes de las habilidades y la experiencia para participar en la actividad política y liderar cambios positivos en sus comunidades. Esta exclusión, combinada con oportunidades educativas y económicas limitadas, puede dejar a los jóvenes ociosos y frustrados con el status quo.


Los jóvenes de hoy necesitan oportunidades reales para participar en los procesos políticos y contribuir a soluciones prácticas que promuevan el desarrollo. Cuando se les brinda la oportunidad de organizarse, expresar sus opiniones y desempeñar un papel significativo en la toma de decisiones políticas, los jóvenes demuestran constantemente su voluntad y capacidad para fomentar un cambio positivo y duradero. También es más probable que exijan y defiendan la democracia y adquieran un mayor sentido de pertenencia.



El viernes pasado día 29 de octubre, en medio de la asamblea que se haba convocado para dar inicio a la campaña formal de las elecciones regionales del 21N. Con un enfoque a 180 grados veía a nuestro florecido jardín republicano. Los veía ir y venir poniendo de su parecer aquí y allá. Me dije a mi mismo hay que profundizar la tarea. 

Debemos decididamente apoyar a los jóvenes para que canalicen sus energías, creatividad y aspiraciones y se conviertan en los líderes políticos y activistas de esa Venezuela Posible en la Nueva República. Los programas bien implemetados desarrollan las habilidades, el conocimiento y la confianza de los jóvenes al tiempo que los ayudan a expresar sus voces de manera más eficaz, entablar relaciones con los líderes políticos de mayor experiencia y derribar las barreras socioculturales e institucionales con la participación plena y efectiva. Incluso con pensamiento critico. 


Y recuerda Ciudadano en Acción. ¡Juntos es Mejor!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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