#MisNotasDomingueras.- Semana muy movida la que termina. De todo como en botica.
Lo de las bandas, ya de eso hemos escrito harto. El poder en Venezuela se está escapando de las instituciones estatales y concentrándose en manos de delincuentes, guerrilleros y otros actores no estatales. Los grupos armados están lejos de ser idénticos, pero todos están listos para usar la violencia y el control territorial para promover sus objetivos.
Cualquier nueva negociación
entre el gobierno y la oposición debe considerar cómo eliminar a estos
irregulares armados, que de lo contrario podrían llegar a un acuerdo para
expandir aun más su influencia y presencia en Venezuela. Tal cual como lo están
haciendo en la actualidad.
El magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse, tiene desde el jueves una dimensión
internacional. El magnicidio de Moïse es la culminación de años de
inestabilidad en el país, que desde hace largo tiempo ha estado controlado por
el caos y la violencia. El vacío
de poder de Haití ha sido ocupado por líderes del crimen organizado, que desde
el año pasado controlan algunas zonas de la capital, instaurando un reino del
terror. Los secuestros, los saqueos y la violencia asociada a las pandillas han
vuelto ingobernables algunas regiones del país, lo que ha hecho que muchos
haitianos sientan miedo al momento de salir de sus hogares y ha obligado a
algunas organizaciones de ayuda, cruciales para la sobrevivencia de muchos en
el país, a reducir sus actividades.
Allí vamos los dos ligaditos. Haití y Venezuela. Penurias y calamidades por doquier.
Entre todos, para mi hay
un tema trascendente esta semana. El CNE y la negativa de acreditar para las elecciones
regionales una cantidad de partidos, entre ellos a OPINA. No han dado una
respuesta razonable. La actitud del rector Márquez ha sido como a quien le da
la gana. No va y no va.
Esperemos que esto se
solvente. Porque si hay un partido que se ha preparado para estas elecciones es
OPINA. Su ofrecimiento programático y candidatos para las alcaldías es la mejor
oferta. Una propuesta para cada localidad según su problemática y soluciones.
Muchas personas piensan que la diversidad de posibles candidatos es una debilidad de la oposición. Disculpen, respetamos pero no compartimos; es una fortaleza donde hay para escoger. La debilidad surgiría del método de elección. Unidad de criterio será privativa.
En este orden de premisas consideramos que: El Ideario Republicano es el más favorable a la garantía de los derechos individuales, la vida, la libertad, la seguridad, la igualdad, la reputación y la condición domestica; como la protección y el goce efectivo de estos derechos es el gran fin con que se establecen los gobiernos.
Vamos de frente a las parroquias… el núcleo del Poder Local de la sociedad quienes conforman los Municipios, Estados y a su vez Venezuela. Debemos entender que urge la Integridad en cada ciudadano, es el antídoto para combatir el flagelo de la corrupción y la ineficiencia que es el origen de todos los males actuales. Un ciudadano Integro escogerá un dirigente íntegro. ¿Porque el país está así? porque una población se verá reflejada en sus líderes y tendrá los líderes exactos que ellos crean, como resultado del caos mismo del inconsciente colectivo humano. Atraes lo que eres.
Paralelamente a los procesos de transición y cambio, viene todo un proceso de reinstitucionalización total, acompañado del rescate de los valores sociales, necesitamos trabajar en un nuevo proyecto educativo desde las bases, me imagino el resurgimiento de aquella materia: "formación social, moral y cívica", también el estudio de la historia regional en cada parte del país. Es lo que hemos llamado El Nuevo Ideal Nacional.
Un pueblo sin identidad es un pueblo sin esencia, una burda copia que a nadie interesa.
Por ejemplo para gobernar Caracas tienes que vivirla, amarla, saber cómo se vive en sus barriadas, lo que se padece en ellas. Hay algunos que quieren gobernar lo que no conocen a profundidad.
Lo que necesitamos es un Estado correctamente dimensionado que cuente con el poder necesario para superar las divergencias internas y lograr una síntesis de las fuerzas y los intereses contrapuestos que desgarran a la sociedad. Con la capacidad de planificar a largo plazo en función de un futuro positivo para el país, con planes estratégicos coherentes que no resulten tergiversados después a propósito de cada coyuntura electoral. Con la autoridad moral y el prestigio necesarios para conducir a la Nación, construyendo consensos alrededor de objetivos concretos y viables. La Nueva República de la Venezuela Posible.
Hace falta una oposición con austeridad, ética, moralidad, probidad, honestidad y con un indoblegable compromiso con el pluralismo, la democratización y la verdad. La fuerza de la esperanza se mueve. Esfuérzate, anímate y trabaja.
Y recuerda… Ciudadano en Acción. ¡Juntos es Mejor!
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